martes, 3 de septiembre de 2013

Capítulo Seis.




“¿Por qué no haces nada para descubrirlo?”  La pregunta de Harry rondaba la cabeza de Aeryn antes de dormir, haciendo que su sueño no llegara jamás. Se movía en la cama de un lado para otro. “Usa el trabajo de anatomía como escusa. Tienes derecho a hacer todas las preguntas que quieras sin que sea sospechoso, a husmear por tu casa y con suerte, descubrir lo que jamás pensaste que podrías descubrir.” ¿Pero era eso realmente lo que le estaba torturando aquella noche de domingo? ¿Era el trabajo que podía enmendar una nueva búsqueda hacia la verdadera identidad de su propia persona la que le cazaba el sueño, o eran las otras palabras que había dicho Harry? ¿Las que sobresalían en negrita y subrayado en su cabeza? “Si quieres, yo podría estar contigo.” ¿Y si acaso no fueran las palabras las culpables de su estado sino sus gestos? ¿Sus miradas?

Aeryn pensó en la mirada que habían compartido una vez se hubieran callado. Esos ojos verdes que la miraban con la fuerza que ella no tenía, sus labios cerrados y curvados hacia arriba que le daban la esperanza que ella jamás había encontrado.

Era todo él – pensó Aeryn -. Era todo él el que la estaba desvelando de sus sueños.

~.~

Lunes.

Otro terrorífico día en el que se tenía que levantar y seguir la rutina diaria en la que se había convertido su vida. Salió a correr aún con el corazón encogido al pensar en la conclusión que había llegado anoche.  Se puso la música esperando que ésta hiciera su efecto habitual en ella y consiguiera apagar todo pensamiento que hubiera en su mente.

Ducha-desayuno. Desayuno-charla. Charla-colegio. Colegio-Th… No, Thomas no. Definitivamente no. Ya no por el simple hecho de que ella no quisiera  acercarse, saber nada de él, de su mal presentimiento. No. Él ya no querría saber nada de ella o al menos, no por ahora. No aún. No después de lo que pasó el sábado.

Aeryn estaba en lo cierto. Thomas pasó a su lado junto con Nicola por su lado y por primera vez en la historia, fue Nicola la que la saludó primero. Primero y único. Thomas no le dirigió ni una palabra, ni siquiera una triste mirada y ambos desaparecieron por direcciones opuestas ante la miraba asombrada de su amigo.

-Pasa de él – una voz la sorprendió desde atrás.
-¡Harry! Me has asustado.
-No pasaría si de vez en cuando te dejaras caer por aquí.
-¿A qué te refieres?
-Pareces estar perdida en tu mundo secreto.
-Para ti no es tan secreto – se paró ante la puerta de su clase de química y se dio la vuelta para posar su mirada por primera vez en Harry. Una sonrisa inocente cubrió su cara después de ver que Harry la sonreía igual, seguramente debido al comentario. Le gustaba que hubiera confiado en él y ella lo sabía, podía notarlo.

Se quedaron ambos en silencio diez segundo, lo que para ellos había sido 10 minutos, simplemente sonriéndose y Aeryn se fijó en que incluso bajo las luces fluorescentes que había pegadas en el tejado Harry estaba hermoso. Sus rasgos, en vez de parecer los de una momia como pasaba con la mayoría de los estudiantes al verse bajo la luz pálida y muerta de los pasillos, brillaban con un blanco envejecido  que parecía apoyarse con suavidad y sumo cuidado sobre sus mejillas, oscureciendo su mirada.

-Ya sabes que estaré ahí – comenzó Harry – para lo que sea.

“Para lo que sea.”

-No lo sé Harry. No sé qué voy a hacer – suspiró.
-Sí que lo sabes Aeryn, lo sabes muy bien además. Vi la determinación en tus ojos al llegar a tu portal, vi la fuerza de la que crees carecer y si no, ahí estaré yo para dártela en caso de que la pierdas.
-Me das miedo – Harry rió.
-Eso ya me lo has dicho.
-Señorita Labane, ¿piensa entrar en clase o le cierro la puerta? – sonó la voz del desagradable profesor Andrews a sus espaldas. Aeryn miró de soslayo a Harry, el cual se seguía riendo esta vez con los hombros algo levantados, como si estuviera preguntándole lo mismo.
-Verá profesor Andrews, venía a decirle que aquí el señor Styles y yo – intentaba mostrarse lo más seria posible aunque la risa la estuviera matando por dentro – tenemos que marchar.
-¿Se puede saber la razón?
-Es confidencial.

La risa de Harry se escuchaba ya por todo el pasillo, aunque él intentara mantenerse firme, lo cual hizo que la sonrisa y determinación de  Aeryn empezara a tambalear.

-Tendré que llamar a sus padres por su comportamiento señorita Labane.

Aeryn volvió a mirar a Harry y esta vez una sonrisa tímida cubrió su rostro al cogerle la mano y susurrarle solamente a él: Cuando los encuentre, les avisaré yo misma. La risa de Harry desapareció al verla y acompañó aquella sonrisa tímida que ella mostraba en aquellos momentos y marcharon, cogidos de la mano, sin saber que Harry no había sido el único que había llegado a escuchar las palabras de Aeryn. Sin saber que Thomas llegaba tarde a su misma clase a sus espaldas.

Thomas al escuchar aquello se dio media vuelta antes de que el profesor lo viera y le parara y se metió en los retretes de la primera planta. Sacó el móvil y llamó. Esperó un par de timbres y una voz ronca familiar contestó.

-¿Qué pasa?
-Lo sabe.
-¿Lo sabe? - preguntó al ver que su voz se alteraba.
-Lo sabe - contestó esta vez con más determinación -. Aeryn sabe que los Labane no son sus padres.

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Sé que es corto. Sé que es malo. Sé que he tardado casi un mes. Sé que no tengo perdón. Sé que me odiáis. 

Sé muchas cosas, sé que hasta os habré perdido a muchas de vosotras. Enserio, lo siento. No sabía que escribir, apenas tenía tiempo... ayer por ejemplo estuve en el hospital y luego en casa sin poder moverme... imaginaros. 

Pero me sentía mal estando tanto tiempo sin subir así que antes que nada... prefiero dejaros esto y para compensar os dejo ELEGIR: ¿qué queréis que pase en el próximo cap? En plan... ¿cómo queréis que sea? Os lo dejo a vosotras...

Y si aún me queréis o no... a mí como si me odiáis pero si aún queréis a la novela... comentar aquí o en twitter (@DreamCatcherL), suscribiros y/o recomendarlo

Yo os seguiré queriendo ^^