domingo, 23 de marzo de 2014

Capítulo dieciséis



Sus pensamientos volaban con desorden en su cabeza. Imágenes aleatorias de una infancia que no recordaba se manifestaban por primera vez en lo que podría haber sido toda su vida.

-¿Qué has recordado Aeryn? – preguntó Harry, el cual aún la sujetaba en su sitio.
-Harry, ¿tú no te acuerdas de nada?

Harry miró al suelo, porque ciertamente de algo sí se acordaba pero no quería decírselo. O mejor dicho, no querría decírselo a sí mismo.

-¿Harry?

La voz de Aeryn salió como un pequeño susurro, una palabra sin fuerza. Al ver que no contestaba se dio por contestada y se separó de él, decepcionada. Harry dejó que se apartara pero no la dejó seguir el camino que la niña había tomado por su cuenta, la siguió y Aeryn sabía de sobra que lo estaba haciendo.

Cruzaron el paso de cebra y se adentraron por lo que parecía ser el parque más grande de Lynn.  Se oía al fondo las risas de los pequeños que, sin preocupaciones, corrían de un lado a otro del parque aunque sus voces eran apartadas en la cabeza de Aeryn en la que la única voz que se escuchaba era también la de una niña pequeña, llamando a Harry mientras corrían. Cerró los ojos y siguió a la voz de su cabeza hasta encontrarse de pleno con el mar.

No necesitaba abrir los ojos para saber dónde estaba, ni tampoco para saber que Harry ahora descansaba a su lado, seguramente mirando al mar como hacían de pequeños.

-Me acuerdo que nos solíamos sentar aquí por alguna razón, sé que había una razón – logró decir Aeryn sin saber por qué o cómo lo había conseguido. Volvió a seguir la voz de aquella niña que de pronto se alejaba de allí, rumbo a un apartado del parque, una zona en la que no había nadie, una zona que parecía más bien un bosque olvidado. Abrió los ojos y empezó a correr, por alguna razón, sabiendo de pronto a dónde iba. Se acercó a un árbol, uno en concreto, y se paró delante suyo –. Ésta es la razón Harry, sé que está aquí.

-Sé quién eres – soltó él de pronto – pero no tiene sentido.
-¿El qué no tiene sentido?
-Nada en este mundo. No lo tenía cuando te conocí por primera vez, no lo tenía cuando te perdí, parecía ser capaz de encontrarlo cuando te aparté de mi mente y ahora que has vuelto tiene aún menos sentido.
-Harry no te entiendo – dijo con un hilo de voz, no dejaría que su muro volviera a caer delante suyo, no después de todo el tiempo que estuvo construyéndolo.
-¿Te acuerdas cuando viniste a cenar a mi casa? ¿Cómo te acordaste de Gemma?
-Sí, por supuesto.
-¿Te acuerdas cuando conociste a mi madre?
-Claro que sí Harry. Qué me quieres decir con eso.
-Concéntrate Aeryn, hazlo de veras. ¿Qué dijo mi madre al verte?

Aeryn seguía sin entender qué era lo que Harry quería que descubriera pero aún así le hizo caso y se concentró en aquella noche, no hace mucho tiempo.

-Encantada Aeryn, yo soy Anne, la madre de Harry – le dio dos besos y por un momento se quedó mirándola -. ¿Te he visto alguna vez?
-No… no lo sé.
-Me recordabas a… bueno, supongo que no importa. Espero que te guste el Fish and chips.

-Se acordó de ti Aeryn, al igual que lo hice yo cuando te vi por primera vez pero era… era imposible. Por eso yo jamás me acerqué, por eso mi madre no terminó la frase. Era imposible.
-¿El qué Harry? ¿¡El qué era imposible!?
-¡Que fueras tú Rose! ¡Era imposible y sigue siéndolo!
-¿Por qué… por qué me has llamado Rose? – esperó su respuesta, pero no llegaba -¡Harry, explícate de una vez! – gritó.
-¡Yo jamás he conocido a una Aeryn de pequeño Aeryn, pero sí que conocí a una tal Rose! – se acercó al árbol y se agachó. Quitó el musgo y las ramas caídas del suelo y dejó a la vista el mayor tesoro que guardaba, unos pequeños cortes en el árbol en los que se leía “Rose y Hazza” – Solo ella sabía de la existencia de esto, de este árbol y ahora vienes tú, aquí, directamente aquí como si te supieras el camino de memoria, el camino que creamos ella y yo, Rose y yo.

Por primera vez desde que la búsqueda de la verdadera persona de Aeryn comenzó era Harry el que se encontraba perdido y no ella. Era su cabeza la que se llenaba de pensamientos imposibles. Siempre lo supo pero jamás quiso aceptarlo. La veía andar por el colegio, siempre escondida detrás de su block de dibujos, siempre con Thomas. Pero no podía ser ella.

-¿Sabes por qué no pude evitar hablar contigo el día de la fiesta?
-No, realmente no sé por qué me hablaste.
-Aquel día, era el aniversario de la muerte de Rose, la niña que aparece en aquella foto conmigo, la niña con la que venía aquí. Era el aniversario de su muerte, tu muerte Aeryn.
-Pero eso…
-Es imposible ¿verdad?

Ambos se quedaron en silencio. Harry la miraba de otra manera, de la manera que la hubiera mirado siempre si hubiera aceptado la verdad, la miraba como si fuera un fantasma del pasado, una pesadilla. Todos aquellos años creyendo que estaba muerta y no lo estaba. Todas las búsquedas por la noche, aún después de que su lápida fuera puesta en el cementerio para encontrarla por casualidad, por un chiste del destino, en una ciudad en la que jamás habían estado.

-Yo no estoy muerta Harry.
-Tú quizás no Aeryn, pero Rose sí. Lleva muerta 10 años.

El silencio volvió a apoderarse de ellos. ¿Qué se le dice a una persona que creías muerta?

-¿Hace cuánto lo sabes Harry?
-La primera vez que te vi sabía que eras tú pero supongo que jamás pude aceptarlo. Ven, quiero enseñarte algo.

Ella iba a protestar queriendo preguntar todo lo que se le había ocurrido pero él no la dejó y empezó a caminar por el bosque, alejándose de aquel estúpido árbol en el que tantas veces se había escondido de pequeño. Ella lo siguió por detrás, sabía que en aquel momento debía de dejar a su amigo solo con sus pensamientos aunque estuviera justo detrás suyo.

Pasaron quince minutos y más de un millón de pensamientos por la cabeza de Harry. Muchos de los cuales no se sentía especialmente orgulloso. Se le había ocurrido correr y alejarse de ella, gritarla, se le había ocurrido no volver a hablarla pero no tenía sentido, no tenía sentido hacerlo ahora cuando él siempre había sabido la verdad. Pero había sido demasiado para él, jamás pudo aceptarlo, pero cuando la vio dirigirse justo a aquel sitio, a su lugar mágico, al escondite que compartía con Rose y solo con Rose, tuvo que hacerlo. Tuvo que aceptar que la chica que se encontraba a su lado era la chica que se fue de él hacía diez años.

Llegaron a lo que parecía ser un pequeño puerto. Aeryn intentó buscar una explicación al hecho de estar ahí pero no conseguía encontrarlo así que simplemente se limitó a que él parara en alguna parte y se lo explicará, aunque jamás esperó que aquel lugar fuera a ser uno de los barcos.

-Pasa – la invitó Harry al abrir la puerta del barco.

Aeryn se extrañó aún más al ver el interior del barco. Había montones de recortes pegados en las paredes, todas sobre la desaparición de Rosaline Fester.

-Pasé años buscándote, no me importaba que el resto del mundo se hubiera rendido, yo no podía, no podía rendirme a encontrarte, no podía perderte tan fácilmente.

Aeryn se acercó a uno de los recortes y leyó el titular: “Niña de ocho años desaparecida día 12 de Octubre”. Otro decía: “La búsqueda de Rosaline sigue en curso sin nuevas noticias” y al final el que sabía que aparecería: “Rosaline Fester dada por muerta tras seis meses de búsqueda”.

-¿Qué pasó?
-Hay muchas teorías. Una de ellas dice que te secuestraron, otra que te ahogaste en el mar puesto que aquella noche hubo mareas vivas, otra dice que simplemente te escapaste, pero nadie volvió a saber nada de ti. Ni siquiera yo. ¿Sabes? Me pasaba aquí las noches, pensando en qué te habría pasado. Me enfadaba contigo cada vez que pensaba que te habías ido sin decirme nada y aún peor, que no ibas a contarme nada y luego me asustaba al pensar que podría ser que no te hubieras ido porque quisieras, sino porque te obligaron.

Harry se sentó en la pequeña cama del compartimento mientras ella seguía buscando respuestas en aquellos recortes y ninguno decía nada bueno pero se quedó parada al encontrar un titular que no hablaba de ella, sino de su padre. “Jude Fester hallado muerto a la orilla del mar”

-Por eso todo el mundo creía que te habías ahogado, por eso me pasaba las noches en un barco. La gente decía que la noche de la desaparición tu padre y tú salisteis a navegar pero eso no tenía sentido.
-¿Por qué no?
-Porque yo solía estar aquí con tu padre aquel año, después de que mi padre se fuera tu padre fue mi figura paterna, y sabía que el barco se había averiado hacía unos meses.
-Entonces…
-Era imposible que hubierais ido a navegar.
-Pero mi padre…
-Eso es lo que no tenía sentido, por lo que jamás me rendí, porque sabía que era imposible que os hubierais ahogado, al menos no en este barco, solos.
-¿Estás insinuando lo que creo que estás insinuando?

-Sí Aeryn, a tu padre lo mataron.

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Sé que no hay mucho contacto entre Harry y Aeryn, la verdad yo creo que hubiera sido algo subrealista que se hubieran puesto a ghvbktrshybgfmvbje en semejante situación. Pero ya habrá algo de rfvtrbghjrbnkjb más adelante, quizás *guiño guiño* 
Por el momento... me parece un cap bastante interesante, no sé, no muchos días descubre una que lleva muerta supuestamente diez años. Ah, y que a su padre lo mataron. Aparte, es larguillo eh?
Bueno aquí me veis con pasado un examen del que no sé absolutamente nada, escribiendo para vosotras mis amores a las 11:51 pm mientras me siento imbécil y me agobio. 
En fin, no sé por qué os cuento mi vida e.e

Preguntas:

-¿Os ha gustado el capítulo? 
-Si os ha gustado, ¿qué parte es la que más os ha gustado?
-¿El árbol? ¿Qué significa realmente el árbol? Al menos para Harry.
-¿Qué creéis que pasó aquella noche de Octubre?
-¿Por qué ha tardado tanto Harry en decírselo?
-El padre de Aeryn está muerto, pero... ¿dónde está la madre? ¿Y por qué desaparecía Aeryn? ¿Por qué no se acuerda de nada?
-¿No os parece mono Harry? Desde peque preocupándose por ella, nunca a dejó marchar. <3
-¿Qué queréis que pase en el próximo cap? Remarco el QUERÉIS.
-Opinión etc etc Respuesta optativa.

Y no se me ocurre nada más, no estoy muy inspirada, nada nuevo la verdad. Espero que os guste y lo disfrutéis.

GRACIAS POR TODO.



martes, 4 de marzo de 2014

Capítulo quince



Con la cabeza gacha, Aeryn siguió a Harry por el pasillo hasta el comedor, donde todos reían en la mesa. Ella no pudo evitar pensar  que su risa era causada por lo que acababa de ver Gemma. ¿Y si se lo había dicho? Justo en ese momento Gemma la miró y sonrió con fuerza.

-El abuelo también pensaba que eráis pareja – explicó ella entonces  a lo que Harry rió y Aeryn se sonrojó.
 -¿Veis? No soy el único que se ha confundido, ahora mismo estaba diciendo que ya era hora de que trajeras a una chica a su casa – añadió Robin.

Todos rieron nuevamente y Aeryn se sintió aliviada de que no fuera por lo anterior. Harry la miró y tras sentarse, apoyo su mano encima de la de ella por debajo de la mesa. Gemma, que se sentaba justo al lado de Harry al ver que ambos dirigían la vista hacia abajo y luego sonreían cómplices fijó su mirada donde descansaba la de ellos y volvió a sonreír, algo más juguetonamente.

-No sé por qué podéis pensar que son pareja. ¿Enserio os los imagináis? – dijo irónicamente -. Haríais buena pareja – añadió después, guiñándoles un ojo.
-Yo también lo creo – le siguió la broma Harry – entre mi belleza y su inteligencia, seríamos adorables.
-Eh, disculpa creo que he oído mal – empezó Aeryn al ver hacia dónde estaba yendo la conversación, uniéndose a ellos -. ¿Tú la belleza y yo la inteligencia?
-¿Acaso eres tonta?
-No querido, yo soy la belleza y la inteligencia, tú solo eres decorativo.
-Uhhhh. Harsh – soltó Robin y todos menos Harry rieron.
-Mentira.
-Verdad.
-Quiero más opiniones. ¿Mamá?
-¿Pidiendo ayuda a tu madre Harry?
-Shhh – la calló él y esperó a que su madre viniera con la cena, ya que hacía poco se había levantado a por ella -. Mamá, si Aeryn y yo fuéramos pareja, ¿quién sería la belleza y quién la inteligencia?
-Difícil me lo pones hijo, pero definitivamente Aeryn sería ambas.
-¿¡Qué!?
-Lo siento Harry, el público a votado y has perdido – rió Aeryn.  Lo miró y vio que él ya la estaba mirando con el ceño fruncido, se acercó a él y apoyó su mano en si mejilla derecha, acariciándola con el pulgar -. Pero no llores, ¿eh? Sigues siendo parte de la pareja tan adorable que hacemos.

Apartó su mano justo en ese momento mientras todos volvían a reír ante la ocurrencia de ella y Harry la miraba con una mirada de odio, que más que odio emitía risa.

-Bueno, cuando paréis para respirar, me gustaría cenar.
-Oh, se ha picado – le chinchó su hermana y le tiró de la mejilla, haciendo que el ceño de él se profundizara aún más.

~.~

-¿Por dónde empezamos mañana? – preguntó Harry mientras entraba a la habitación de Aeryn.
-Bueno, tú dirás, tú conoces este sitio mejor que yo.
-Eso aún no lo sabemos – intentó bromear Harry pero supo que se confundió al ver cómo la cara de ella perdía la alegría que había mostrado durante la noche. Se acercó a ella y, apoyando con suavidad una de sus manos en la barbilla, alzó su cara hasta que sus ojos conectaron -. Eh, lo siento, no quería hacerte sentir mal.
-No, lo siento yo. Es solo que… saber que esto es parte de mi pasado, saber que  no sé lo que debería saber… ¿sabes lo frustrante que es no saber lo que deberías saber?
-Con tantos “saber” me he perdido – rió él.
-Agh. Es todo tan frustrante.

Aeryn intentó apartarse de la mirada de Harry pero él notó sus intenciones y antes de que pudiera llevarlas a cabo la agarró de la muñeca y la hizo quedarse donde estaba, con él. Harry besó la frente de Aeryn e incluso aquel insignificante contacto de los labios de él en ella le pareció a Aeryn algo íntimo y precioso. Después la abrazo y la estrujó contra su pecho, dejando que ella descansara su cabeza en su pecho y aspirara aquel aroma que siempre traía consigo Harry, junto con la sensación de seguridad que le aportaba.

-Gracias por todo – susurró ella, ni siquiera se había dado cuenta de lo débil que sonaba, de lo repentinamente pequeña y asustada que se sentía.
-Eh, ni se te ocurra dármelas – volvió a alejarse intentando así volver a mirarle a los ojos, pero ella no le dejó, se pegó a él con más fuerza rodeando sus pequeños brazos por la cintura de él. No podía dejar que la mirara ahora, cuando estaba al borde de las lágrimas. Se sentía tan bien volver a tener a alguien en quien confiar que su muralla se empezaba a derrumbar solo para dejarle entrar a él, pero aún luchaba para que la base se mantuviera en pie. Al ver cómo los brazos de ella se cerraban con más determinación Harry volvió a besar la cabeza de Aeryn y movió sus brazos por la espalda de ella, reconfortándola -. Sabrás todo lo que tienes que saber Aeryn, todo lo que deberías saber, lo sabrás.

Y aquellas palabras dieron a Aeryn aún más fuerza que cualquier otro gesto.

-Pareja adorable – llamó desde la puerta Gemma interrumpiendo por segunda vez aquella noche los momentos más íntimos que jamás habían compartido solo que esta vez Harry no dejó que Aeryn se apartara siquiera un poquito – el resto de la familia quiere saber si os gustaría ver una película con nosotros.
-Veremos una aquí si no os importa, ¿sí?

Gemma al ver la cara escondida de Aeryn decidió no preguntar nada más y se marchó lanzándole a su hermano una mirada preocupada a lo que él movió en negación su cabeza, quitándole importancia.

-¿Qué peli vamos a ver?
-¿Perdona?
-Has dicho que veríamos una peli – Era impresionante cómo la voz de Aeryn en aquellos momentos sonaba como la voz de una niña pequeña inocente y asustada.
-Tú elijes.

Se pusieron a ver la única película decente que encontraron en la habitación y tras unos minutos ambos se quedaron dormidos en un abrazo que los llevaba al sueño más tranquilo que habían tenido los dos en mucho tiempo y es que aunque Aeryn no lo supiera, Harry también tenía sus propios demonios y empezaba a no saber qué hacer con ellos.

~.~

-Un día no seré yo la que venga a por vosotros y entonces tendréis que explicar muchas cosas, yo lo tendría en cuenta – dijo Gemma, rió y se marchó tras ver la cara de cansancio que ambos tenían.

Aeryn fue la primera en abrir los ojos, Harry parecía no haberse enterado de que su hermana acababa de venir. Cuando sus ojos se ajustaron a la luz del día lo primero que vio fue a Harry que instantáneamente, al notar el movimiento de ella bajo sus brazos, la atrajo sin quererlo más hacía él. Sus rizos despeinados caían por todas partes, sus pestañas alargadas hacían que sus ojos, cerrados, parecieran más profundos de lo que realmente eran, sus labios largos, rosados y gruesos le hicieron pensar en el beso de la pasada noche y sin poder controlarse se encontró rozando con la yema de sus dedos aquellos perfectos labios. Notó cómo los ojos de Harry se abrieron pero no se molestó en mirar arriba y encontrarse esos ojos esmeraldas preguntándose qué hacía y por primera vez no se avergonzó. Siguió trazando con sus dedos la línea de sus labios y cuando terminó fue cuando miró por primera vez los ojos de Harry. Él instintivamente se lamió el labio inferior en el cual aún descansaba el dedo índice de ella. Su corazón latió con fuerza al notar su lengua rozar con su dedo. Todas aquellas características de Harry se atenuaban al verse acariciadas por la luz que entraba por la ventana, haciendo parecer la piel de Harry más cálida.

-Ojalá todos mis despertares fueran así – dijo él y besó los dedos que habían estado acariciándolo  haciendo que se sonrojara.
-Levántate, tenemos que ir a desayunar – Harry cerró los ojos y intensificó la fuerza con la que sus brazos la rodeaban, negando con la cabeza -. Harry, vamos, levántate.
-No.
-Si no vamos vendrán a por nosotros.
-Que vengan.
-¡Harry!
-Shh – la calló él mientras se movía más cerca, escondiendo su cara en el cuello de ella, dándole pequeños besos de bebé que hicieron que su piel se pusiera de gallina.
-Harry por favor – rogó.
-Shhh – volvió a callarle él, esta vez acompañado de un beso en los labios.

Aeryn siguió por instinto aquel beso que se le ofrecía pensando ella misma lo que él había dicho: Ojalá todos mis despertares fueran así. Las manos de Harry bajaron a su cintura y la acercó más a él. Ella no protestó y dejó que sus cuerpos se rozaran sintiendo un cosquilleo que jamás había sentido con nadie.

Fue ella la primera en apartarse. Aprovechando que las manos de Harry habían dejado de agarrarla en su sitio, se levantó y salió por la puerta hacia la cocina, guiñándole un ojo antes de salir.

-Hijo mío, ¿acaso te ha comido la cama? – preguntó Anne al ver entrar a su hijo en la cocina, diez minutos después de la última persona en llegar a desayunar.
-Es que hoy Harry ha dormido especialmente bien, ¿verdad? – preguntó chistosa Gemma a lo que Harry simplemente le sonrió irónicamente.
-¿Ah sí? ¿Por qué?
-¿A dónde estabas diciendo que íbamos a ir? – interrumpió él antes de que su hermana volviera a bromear y se le escapara más de la cuenta.
-Tenemos que ir a comprar un par de cosas así que vamos a ir dando una vuelta hacia el centro. ¿Venís? – preguntó refiriéndose a Aeryn y Harry. Éstos se miraron y asintieron sabiendo que por algún sitio tenían que empezar.

Después de desayunar se vistieron y se encontraron todos juntos en el vestíbulo. Salieron a la calle para chocar con una brisa cálida, totalmente atípica en esa época del año.

Lynn era precioso. Sus calles abiertas, las casas de color piedra, los parques y obviamente la playa lo hacían parecer uno de los lugares más acogedores en los que había estado jamás. Seguían su camino hacia Market St.  Cuando una niña de unos 5 años chocó contra Aeryn mientras corría  hacia la otra acera perseguida por lo que ella supuso que era su hermano. La niña de pelo oscuro se giró rápidamente para pedir disculpas y se perdió siguiendo su carrera. Todos se pararon al ver que Aeryn no continuaba caminando con ellos sino que se había quedado quieta en su sitio viendo de pronto en su mente a otra niña de pelo oscuro correr por ahí, una niña que reía mientras gritaba: ¡Por aquí Harry, vamos por aquí! Harry, como si pudiera adivinar lo que estaba y lo que iba a pasar corrió junto a ella para sujetarla antes de que perdiera la fuerza que la mantenía de pies.

-Seguir vosotros, ahora os llamo.
-Pero Harry… - empezó Anne con voz alarmada, pero Harry la cortó diciendo que su amiga sufría de tensión baja y que necesitaría descansar, algo que ambos sabían que no era cierto.
-¿Aeryn? – preguntó una vez se hubieran ido.

-He… he recordado algo Harry.


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Vale, sinceramente, no tenía ni la motivación ni la idea de lo que escribir, así que esto es lo que ha salido. Por favor, os ruego que comentéis los capítulos, no sabéis lo que significa para mí.

Preguntas:

-¿Os ha gustado el capítulo?
-¿Qué es lo que más os ha gustado? (Si es que os ha gustado algo)
-¿Qué pensáis de Aeryn y Harry?
-¿Harry? ¿No es ufhbrjgrvbtjhrt? ¿Vuestra opinión? ¡¿Y cuáles pueden ser los demonios de Harry?! Ö
-Os voy a pedir que os inventéis, si no os parece demasiado, una idea de lo que ha podido recordar Aeryn para saber qué es lo que os esperáis vosotras. Esto es lo que os sabéis: tenía unos cinco años como mucho, estaba cerca de un parque de Lynn y Harry la seguía. Quiero que con eso, por favor, os inventéis una historia pequeñita, o una idea principal. No tenéis que redactar nada largo.

GRACIAS A LAS QUE COMENTÁIS EN TODOS LOS CAPÍTULOS, ME HACÉIS FELIZ ^^