Sus
pensamientos volaban con desorden en su cabeza. Imágenes aleatorias de una
infancia que no recordaba se manifestaban por primera vez en lo que podría
haber sido toda su vida.
-¿Qué
has recordado Aeryn? – preguntó Harry, el cual aún la sujetaba en su sitio.
-Harry,
¿tú no te acuerdas de nada?
Harry
miró al suelo, porque ciertamente de algo sí se acordaba pero no quería
decírselo. O mejor dicho, no querría decírselo a sí mismo.
-¿Harry?
La voz
de Aeryn salió como un pequeño susurro, una palabra sin fuerza. Al ver que no
contestaba se dio por contestada y se separó de él, decepcionada. Harry dejó
que se apartara pero no la dejó seguir el camino que la niña había tomado por
su cuenta, la siguió y Aeryn sabía de sobra que lo estaba haciendo.
Cruzaron
el paso de cebra y se adentraron por lo que parecía ser el parque más grande de
Lynn. Se oía al fondo las risas de los
pequeños que, sin preocupaciones, corrían de un lado a otro del parque aunque
sus voces eran apartadas en la cabeza de Aeryn en la que la única voz que se
escuchaba era también la de una niña pequeña, llamando a Harry mientras
corrían. Cerró los ojos y siguió a la voz de su cabeza hasta encontrarse de
pleno con el mar.
No
necesitaba abrir los ojos para saber dónde estaba, ni tampoco para saber que
Harry ahora descansaba a su lado, seguramente mirando al mar como hacían de
pequeños.
-Me
acuerdo que nos solíamos sentar aquí por alguna razón, sé que había una razón –
logró decir Aeryn sin saber por qué o cómo lo había conseguido. Volvió a seguir
la voz de aquella niña que de pronto se alejaba de allí, rumbo a un apartado
del parque, una zona en la que no había nadie, una zona que parecía más bien un
bosque olvidado. Abrió los ojos y empezó a correr, por alguna razón, sabiendo
de pronto a dónde iba. Se acercó a un árbol, uno en concreto, y se paró delante
suyo –. Ésta es la razón Harry, sé que está aquí.
-Sé
quién eres – soltó él de pronto – pero no tiene sentido.
-¿El
qué no tiene sentido?
-Nada
en este mundo. No lo tenía cuando te conocí por primera vez, no lo tenía cuando
te perdí, parecía ser capaz de encontrarlo cuando te aparté de mi mente y ahora
que has vuelto tiene aún menos sentido.
-Harry
no te entiendo – dijo con un hilo de voz, no dejaría que su muro volviera a
caer delante suyo, no después de todo el tiempo que estuvo construyéndolo.
-¿Te
acuerdas cuando viniste a cenar a mi casa? ¿Cómo te acordaste de Gemma?
-Sí,
por supuesto.
-¿Te
acuerdas cuando conociste a mi madre?
-Claro
que sí Harry. Qué me quieres decir con eso.
-Concéntrate
Aeryn, hazlo de veras. ¿Qué dijo mi madre al verte?
Aeryn
seguía sin entender qué era lo que Harry quería que descubriera pero aún así le
hizo caso y se concentró en aquella noche, no hace mucho tiempo.
-Encantada Aeryn, yo
soy Anne, la madre de Harry – le dio dos besos y por un momento se quedó
mirándola -. ¿Te he visto alguna vez?
-No… no lo sé.
-Me recordabas a…
bueno, supongo que no importa. Espero que te guste el Fish and chips.
-Se acordó
de ti Aeryn, al igual que lo hice yo cuando te vi por primera vez pero era… era
imposible. Por eso yo jamás me acerqué, por eso mi madre no terminó la frase.
Era imposible.
-¿El
qué Harry? ¿¡El qué era imposible!?
-¡Que
fueras tú Rose! ¡Era imposible y sigue siéndolo!
-¿Por
qué… por qué me has llamado Rose? – esperó su respuesta, pero no llegaba -¡Harry,
explícate de una vez! – gritó.
-¡Yo
jamás he conocido a una Aeryn de pequeño Aeryn, pero sí que conocí a una tal
Rose! – se acercó al árbol y se agachó. Quitó el musgo y las ramas caídas del
suelo y dejó a la vista el mayor tesoro que guardaba, unos pequeños cortes en
el árbol en los que se leía “Rose y Hazza” – Solo ella sabía de la existencia
de esto, de este árbol y ahora vienes tú, aquí, directamente aquí como si te
supieras el camino de memoria, el camino que creamos ella y yo, Rose y yo.
Por
primera vez desde que la búsqueda de la verdadera persona de Aeryn comenzó era
Harry el que se encontraba perdido y no ella. Era su cabeza la que se llenaba
de pensamientos imposibles. Siempre lo supo pero jamás quiso aceptarlo. La veía
andar por el colegio, siempre escondida detrás de su block de dibujos, siempre
con Thomas. Pero no podía ser ella.
-¿Sabes
por qué no pude evitar hablar contigo el día de la fiesta?
-No,
realmente no sé por qué me hablaste.
-Aquel
día, era el aniversario de la muerte de Rose, la niña que aparece en aquella
foto conmigo, la niña con la que venía aquí. Era el aniversario de su muerte, tu
muerte Aeryn.
-Pero
eso…
-Es
imposible ¿verdad?
Ambos
se quedaron en silencio. Harry la miraba de otra manera, de la manera que la
hubiera mirado siempre si hubiera aceptado la verdad, la miraba como si fuera
un fantasma del pasado, una pesadilla. Todos aquellos años creyendo que estaba
muerta y no lo estaba. Todas las búsquedas por la noche, aún después de que su
lápida fuera puesta en el cementerio para encontrarla por casualidad, por un
chiste del destino, en una ciudad en la que jamás habían estado.
-Yo no
estoy muerta Harry.
-Tú
quizás no Aeryn, pero Rose sí. Lleva muerta 10 años.
El
silencio volvió a apoderarse de ellos. ¿Qué se le dice a una persona que creías
muerta?
-¿Hace
cuánto lo sabes Harry?
-La
primera vez que te vi sabía que eras tú pero supongo que jamás pude aceptarlo.
Ven, quiero enseñarte algo.
Ella
iba a protestar queriendo preguntar todo lo que se le había ocurrido pero él no
la dejó y empezó a caminar por el bosque, alejándose de aquel estúpido árbol en
el que tantas veces se había escondido de pequeño. Ella lo siguió por detrás,
sabía que en aquel momento debía de dejar a su amigo solo con sus pensamientos
aunque estuviera justo detrás suyo.
Pasaron
quince minutos y más de un millón de pensamientos por la cabeza de Harry.
Muchos de los cuales no se sentía especialmente orgulloso. Se le había ocurrido
correr y alejarse de ella, gritarla, se le había ocurrido no volver a hablarla
pero no tenía sentido, no tenía sentido hacerlo ahora cuando él siempre había
sabido la verdad. Pero había sido demasiado para él, jamás pudo aceptarlo, pero
cuando la vio dirigirse justo a aquel sitio, a su lugar mágico, al escondite
que compartía con Rose y solo con Rose, tuvo que hacerlo. Tuvo que aceptar que
la chica que se encontraba a su lado era la chica que se fue de él hacía diez
años.
Llegaron
a lo que parecía ser un pequeño puerto. Aeryn intentó buscar una explicación al
hecho de estar ahí pero no conseguía encontrarlo así que simplemente se limitó
a que él parara en alguna parte y se lo explicará, aunque jamás esperó que
aquel lugar fuera a ser uno de los barcos.
-Pasa –
la invitó Harry al abrir la puerta del barco.
Aeryn
se extrañó aún más al ver el interior del barco. Había montones de recortes
pegados en las paredes, todas sobre la desaparición de Rosaline Fester.
-Pasé
años buscándote, no me importaba que el resto del mundo se hubiera rendido, yo
no podía, no podía rendirme a encontrarte, no podía perderte tan fácilmente.
Aeryn
se acercó a uno de los recortes y leyó el titular: “Niña de ocho años
desaparecida día 12 de Octubre”. Otro decía: “La búsqueda de Rosaline sigue
en curso sin nuevas noticias” y al final el que sabía que aparecería: “Rosaline
Fester dada por muerta tras seis meses de búsqueda”.
-¿Qué
pasó?
-Hay
muchas teorías. Una de ellas dice que te secuestraron, otra que te ahogaste en
el mar puesto que aquella noche hubo mareas vivas, otra dice que simplemente te
escapaste, pero nadie volvió a saber nada de ti. Ni siquiera yo. ¿Sabes? Me
pasaba aquí las noches, pensando en qué te habría pasado. Me enfadaba contigo
cada vez que pensaba que te habías ido sin decirme nada y aún peor, que no ibas
a contarme nada y luego me asustaba al pensar que podría ser que no te hubieras
ido porque quisieras, sino porque te obligaron.
Harry
se sentó en la pequeña cama del compartimento mientras ella seguía buscando
respuestas en aquellos recortes y ninguno decía nada bueno pero se quedó parada
al encontrar un titular que no hablaba de ella, sino de su padre. “Jude Fester
hallado muerto a la orilla del mar”
-Por
eso todo el mundo creía que te habías ahogado, por eso me pasaba las noches en
un barco. La gente decía que la noche de la desaparición tu padre y tú
salisteis a navegar pero eso no tenía sentido.
-¿Por
qué no?
-Porque
yo solía estar aquí con tu padre aquel año, después de que mi padre se fuera tu
padre fue mi figura paterna, y sabía que el barco se había averiado hacía unos
meses.
-Entonces…
-Era
imposible que hubierais ido a navegar.
-Pero
mi padre…
-Eso es
lo que no tenía sentido, por lo que jamás me rendí, porque sabía que era
imposible que os hubierais ahogado, al menos no en este barco, solos.
-¿Estás
insinuando lo que creo que estás insinuando?
-Sí
Aeryn, a tu padre lo mataron.
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Sé que no hay mucho contacto entre Harry y Aeryn, la verdad yo creo que hubiera sido algo subrealista que se hubieran puesto a ghvbktrshybgfmvbje en semejante situación. Pero ya habrá algo de rfvtrbghjrbnkjb más adelante, quizás *guiño guiño*
Por el momento... me parece un cap bastante interesante, no sé, no muchos días descubre una que lleva muerta supuestamente diez años. Ah, y que a su padre lo mataron. Aparte, es larguillo eh?
Bueno aquí me veis con pasado un examen del que no sé absolutamente nada, escribiendo para vosotras mis amores a las 11:51 pm mientras me siento imbécil y me agobio.
En fin, no sé por qué os cuento mi vida e.e
Preguntas:
-¿Os ha gustado el capítulo?
-Si os ha gustado, ¿qué parte es la que más os ha gustado?
-¿El árbol? ¿Qué significa realmente el árbol? Al menos para Harry.
-¿Qué creéis que pasó aquella noche de Octubre?
-¿Por qué ha tardado tanto Harry en decírselo?
-El padre de Aeryn está muerto, pero... ¿dónde está la madre? ¿Y por qué desaparecía Aeryn? ¿Por qué no se acuerda de nada?
-¿No os parece mono Harry? Desde peque preocupándose por ella, nunca a dejó marchar. <3
-¿Qué queréis que pase en el próximo cap? Remarco el QUERÉIS.
-Opinión etc etc Respuesta optativa.
Y no se me ocurre nada más, no estoy muy inspirada, nada nuevo la verdad. Espero que os guste y lo disfrutéis.
GRACIAS POR TODO.